Tras limpiar y cortar los ingredientes se vierte un poco de aceite en la cazuela de barro y se calienta. Para que la cazuela y el aceite se calienten rápidamente se pone el fuego a temperatura máxima. A continuación se puede freír la carne, las longanizas y las morcillas. Antes de añadir éstos ingredientes léete las siguientes líneas. Cuando se hace el arroz al horno, todas las longanizas (salchichas) y morcillas (menos la morcilla de cebolla, osea la negra) tienen que estar cortadas. El problema es que si cortamos las salchichas cuando aún están crudas, se romperán o al cortarlas o al freírlas.
Es recomendable:
- freír las longanizas enteras
- cortar las longanizas una vez estén fritas
Con el aceite bien caliente se añade la carne cortada, longanizas y morcillas. La carne no tiene que quedar completamente hecha ya que luego se introduce la carne junto con el arroz al horno. Cuando al freír la carne ésta ya no esté cruda por fuera y las salchichas ya no estén tan blandas, se sacan las longanizas y las morcillas de la cazuela de barro. Luego se cortan todas las longanizas, pero no la morcilla de cebolla, en pequeñas rodajas (un poco más finas que un centímetro). A continuación se vuelve a verter los trozos de longanizas en la cazuela (se deja la morcilla de cebolla a parte) y se añade el tomate picado. Para que se desarrollen todos los aromas se fríe todo durante unos minutos.
Calentar el horno:
Ahora se puede poner a calentar el horno a temperatura máxima.
Otro consejo adicional:
Si la placa de cocina, osea la zona de fuego, es demasiado pequeña para calentar la cazuela de barro, puedes freír la carne en una sartén a parte. Después viertes los ingredientes fritos en la cazuela de barro y sigues con el siguiente paso.
En el siguiente paso se fríe la verdura del arroz al horno.