La paella siempre tiene un color amarillento. Se puede lograr ese color usando azafrán o colorante alimentario. Tradicionalmente se usaba azafrán. Hoy en día ésta costumbre está en desuso debido a su precio elevado. La mayoría de cocineros usan hoy en día colorante alimentario (E-102). Éste polvo se vende en pequeños envases y cien gramos cuestan menos de dos euros. La base de éste colorante es harina de maíz.
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Tanto a la paella valenciana cómo a la paella mixta se suele echar aproximadamente una cuchara pequeña (en paellas para 6 personas) de colorante. No es necesario echar justamente una cuchara. Normalmente se echa a ojo. En el caso de usar azafrán se usa sólo una tercera parte de la cantidad. El azafrán le da un color más intenso a la paella valenciana. El azafrán se suele utilizar hoy en día sólo en eventos muy especiales ya que la diferencia de precio entre éste y el colorante es significativo.
Tras añadir el colorante o el azafrán a la paella valenciana, con ayuda de la espumadera se reparte éste de tal forma que la paella consiga un color amarillento de forma uniforme. Después de echar el colorante es hora de añadir los caracoles (usar caracoles es opcional). Se pueden comprar caracoles congelados. Con la espumadera se reparten los caracoles por toda la paella. Con la espumadera se puede apretar un poco para que queden cubiertos de caldo cómo se ve en la foto superior. Como último paso ahora se puede volver a probar el caldo con una cuchara y decidir si hace falta añadir algún ingrediente adicional (sal, pimentón o pimienta). A partir de éste momento ya no hay que tocar la paella. Se deja cocer todo a fuego lento hasta que no quede más líquido en la paella. Si quieres saber cómo hacer que la paella valenciana se quede en su punto, visita también nuestra página con el último paso de la paella valenciana.